Los pavimentos de hormigón tratados con endurecedores químicos presentan las siguientes ventajas:

• Aumentan notoriamente la resistencia superficial a la abrasión, impacto y ralladura.
• Son acuosos, no inflamables ni combustibles.
• Son ambientalmente amigables, no contienen VOC.
• Eliminan el desprendimiento de polvo.
• Protegen el concreto contra grasas, aceites y suciedad en general.
• Alta durabilidad, no requiere reaplicaciones periódicas.
• No son deteriorados al eliminar las manchas de neumáticos.

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